lunes, 25 de enero de 2010

Nine o la reunión de las mujeres de la vida de Guido.


Nine es una espectacular musical en el que las estrellas que forman el elenco de esta superproducción muestran sus dotes de baile y cante y se supone que también interpretatuvas.
Daniel Day Lewis está pletórico como Guido, un director de cine italiano en horas bajas. Sus grandes filmes le llevaron al estrellato pero sus últimas obras resultaron un fiasco. Para salir de su miseria personal tiene la oportunidad de hacer ITALIA.
Pero el único problema es que no hay guión y sin guión no hay película.
El trascurso del derrumbamiento de la película de Ouido se une a la inspiración de sus musas, las mujeres de su vida que en forma de canción le van mostrando el camino.
Penélope Cruz encarna a su amante, Carla es sexy y está loca por el director de cine.
Claudia, Nicole Kidman, es la estrella de sus películas, una diva del cine que acaba por cansarse de esperar a que Guido se le declare.
Su mujer Luisa, Marion Cotillard, encarna a la fiel esposa que aguanta y aguanta hasta que deja de aguantar y rehace su vida separada de él, aunque luego el final abierto nos deja la esperanza de su reconciliación.
Su amiga, la encargada del vestuario le apoya en todo momento. Reflejo de la amistad verdadera.
Su madre, Sophia Loren, es el amor que necesita, la comprensión, el respaldo de una madre como ningún otro le sirve a Guido para poner los pies en la tierra.
Kate Hudson es una periodista de Vogue, excitante, inteligente...Supone una tentación más en la vida amorosa de Guido.
La enorme actuación de Day Lewis no eclipsa tampoco a Fergie, la prostituta que inició en el deseo y el amor al pequeño Guido.
Hudson como siempre tan carismática y simpática, fantástica; de Sophia Loren no puedo decir más que es la bella donna, la mama perfecta. Penelope no disgusta pero tampoco deja sin palabras con sus eróticas canciones y movimientos. Marion Cotillard vuelve a dar muestra de que su Oscar no es sólo bien merecido sino más. COmo esposa desesperada no podría haberlo hecho mejor.
En general se trata de una producción excelente, la música es pegadiza y los número extraordinarios. El vesturario y los decorados crean la atmósfera del cine italiano de la época y logra envolver completamente al espectador.
Rob Marshall consigue no destrozar el musical de Broadway de los 80 que consiguió ganas un Tony.