lunes, 26 de abril de 2010

Esa ¿delgada? línea

Hay un paso entre el amor y odio, entre el bien y el mal sólo unos centímetros que suponen el todo. Lo absoluto. Lo (ir)remediable. Para la moda ocurre lo mismo.Un mal accesorio puede destruir tu look, un vestido mal escogido, una combinación mal lograda, una mente demasiado cerrada o incluso una demasiado abierta. Hay tantos errores en los que se puede caer a la hora de confeccionar un outfit que cruzar la ralla es cada día más, teniendo en cuenta las tendencias actuales, fácil.

Ejemplo nº1: La chica que quería ser vintage y acabó vistiendo como su bisabuela (o peor).

Lo vintage está de moda y eso no lo niega nadie y mucho menos yo. Pero hay gente que no sabe diferenciar lo retro adecuado para el s.XXI de lo viejo y hortera que encuentras en el armario de tu abuela o de tu madre. No por ser algo de los 50 tiene que ser adaptable a un look del 2010, es decir ponerle el adjetivo vintage a algo no le da el as ganador al conjunto.



Mi consejo: cuidado con qué prendas escoges y cómo las combinas con tu ropa actual. Lo que no suele fallar son los complementos y accesorios pues son algo que fácilmente integramos, hay vestidos que son auténticas joyas y chaquetas por ejemplo muy rescatables gracias a la vuelta de la hombres.

Ejemplo nº2: La que se pone todas sus prendas de tendencia a la vez.

Para que destaque alguna de tus nuevas adquisiciones de temporada es importante saber mezclar las tendencias pues si en un mismo outfit metes a presión todo lo que se lleva, acabarás siendo un maniquí del escaparate de Zara andante.

Ejemplo nº 3: El punto que diferencia lo hortera de lo trendy

El otro día boyfriend me animó a que me comprase de una vez el esmalte de uñas azul turquesa tras el que llevaba un par de semanas. No me atrevía, pero al final me lo compré y me pinté las uñas color pitufo. Me veía rara, nunca había pasado del marrón, morado, rojo… tonos más normales. Pero había algo especial en llevar las uñas de ese color tan llamativo, aunque una parte de mí se seguía sintiendo insegura. Yo, como la mayoría de las mujeres, necesito un empujoncito que me haga sentirme bien. Días después me he encontrado con Jessica Alba en un Festival en NY: iba con un outfit ideal (como casi siempre) y me fijé en su esmalte de uñas: era igual al mío.



Ahora me sentía mejor, si una estrella de Hollywood no se asusta siendo fotografiada y vigilada por miles de críticos y periodistas de moda, ¿por qué iba a hacerlo yo? Además, esta tarde mirando cosillas me encontré con una foto reciente de la diseñadora y protagonista de The City en la que lucía el mismo color de esmalte. Esta it girl, es en muchas ocasiones, una gran inspiración lo que me hizo reafirmarme en mi compra. Definitivamente los colores en las uñas no son una horterada, aunque siempre hay excepciones como el blanco por ejemplo, o el multicolor.

Yo siempre recuerdo lo del “menos es más” cuando por la noche me voy a dormir pensando en qué me pondré mañana. Mejor ir sencilla que recargada, puede que peques de discreta, pero jamás se irán tras de ti todas esas miradas cargadas de juicios que mejor no querrías saber.

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