viernes, 13 de marzo de 2009

Ponme una de ...ZAPATOS

¿Quién no sueña con calzar unos Jimmy Choo? ¿Y poder decir con la boca llena que tiene no se cuántos pares de Manolos?

Estos cuestan la friolera cifra de 1000 euros aproximadamente.(Son los de la peli de Sexo en Nueva York, cuando Carrie los coloca en su nuevo super vestidor)






¿Quién no se ha enamorado tanto de unos zapatos que se los ha comprado aunque no fueran de su talla?

Todas somos culpables de este tipo de delitos. CULPABLES. Pero es que son una perdición, en todas sus formas: altos, bajos, de salir, para hacer deporte, para ir a clase, para todos los días, de un color o de otro, de varios...Sí, zapatos. Nunca se tienen suficientes.

Un día entras en Zara. Y de lejos, los ves. Puede ocurrirte también, que te llamen desde el escaparate. Se ve que su poder alcanza un radio de varios kms a la redonda superando cualquier tipo de material. Son unas ondas atrayentes, tipo imán. Que hacen que acabes con ese maravilloso par de zapatos en tus manos. Como las sirenas de la Odisea, llamaban a Homero con su canto y el pobre tuvo que atarse para no caer rendido ante ellas. Se sabe que son hermosas, pero mortales. Pues esos tacones, objeto de tu deseo más lujurioso, son iguales. Con su perfección y belleza va de la mano el pensamiento (que jode) de saber que van a dolerte como unos "condenaos" y que con ellos no aguantas ni 3 horas de pie. Pero son ¡taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan monos! que te los compras, te los pones y acabas la noche con las manoletinas que metiste en el bolso (menos mal que se llevan los XXL) a sabiendas de que acabarías sucumbiendo ante el dolor inaguantable. Pero ibas muy fashion y eso ya, no te lo quita nadie.

Estaba leyendo por encima una revista cuando me topé con un reportaje sobre zapatos.En él se analizaba cada tipo de zapato y lo bueno y malo que tienen para nuestros pies. Me pareció interesante haceroslo llegar.
Por lo visto, las bailarinas o manoletinas no son tan buenas como parecen. Hay que evitar andar mucho tiempo con ellas porque al ser tan finas las suelas no soportan ni amortiguan eficazmente el impacto de las pisadas.
Las plataformas suelen ser inestables y generan problemas de equilibrio. Los dolores que causan suelen ser en rodillas, cadera y parte baja de la espalda.
Los stilettos o taconazos provocan frecuentemente dolor en la planta del pie y de los dedos, rozaduras en el empeine y caídas, torceduras, tropezones (esto depende de la cantidad de alcohol ingerida y de lo gruesas que sean las rendijas de la alcantarilla en cuestión).

Esos son unos ejemplos...
Aún recuerdo el mágico día en que una amiga sacó de su bolso un spray y me dijo que eso, se "dormía" el pie y así los tacones no dolían tanto. Otra, viendo lo negativo aseguraba que de torcerte el pie o algo parecido no te darías ni cuenta y la lesión, al pasarse el efecto del relajador, podría ser mucho peor.

Y me acuesto dejandoos con una frase de Marilyn Monroe que decía así:


"No sé quién inventó el tacón, pero todas las mujeres le debemos mucho".

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Los tacones, tu y yo... gran equipo!
Me encanta el blog! Eres una artistaza!

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